Mitos sobre la persuasión

La mayoría de la gente dice cada barbaridad… por no decir idiotez… cuando habla de temas que no conoce.

Mira, hace un tiempo publiqué un post sobre persuasión en una de mis páginas… y llovieron toda clase de comentarios ignorantes:

“Eso es solo para vendedores y políticos”

“Es manipulación”

“Sólo funciona en personas crédulas o ignorantes. No funciona conmigo”

Vamos, que casi me pongo frente a la pared y estrello mi cabeza contra ella.

Casi.

Y eso es porque todos esos son mitos.

Toma, por ejemplo, el argumento de “eso es solo para vendedores y políticos”.

Nada más falso.

Todos necesitamos de la persuasión.

Ya sea para llegar a un acuerdo con un amigo, convencer a un familiar de cambiar de opinión, persuadir a un compañero de trabajo de que tu idea es la mejor o simplemente para convencer a alguien de asistir a un evento o hacer algo.

O el argumento de que “es manipulación”.

Aquí entramos en un terreno complicado, dado que si tomamos la definición de Blair Warren (un experto en persuasión), toda comunicación recurre a la manipulación.

Sin embargo, ese es un término que está cargado negativamente.

En realidad, la persuasión no es ni buena, ni mala.

Es una herramienta para convencer a alguien.

Es como un cuchillo.

Puedes cortar un trozo de mantequilla con él… o apuñalar a alguien.

Pero el cuchillo en sí no es ni bueno, ni malo.

O el argumento de que “sólo funciona en personas crédulas o ignorantes. No funciona conmigo”.

Vamos, la persuasión funciona con todos.

Aunque no siempre vas a poder persuadir a todos, todo el tiempo.

Pero todos podemos ser persuadidos.

De hecho, aquellos que piensan que no pueden ser persuadidos son más fáciles de persuadir que los que están conscientes de su propia susceptibilidad a la persuasión.

Esto es debido a que las personas que creen que no pueden ser persuadidas tienden a tener una falsa sensación de seguridad en sus propias creencias y decisiones, lo que las hace más vulnerables a ser persuadidas sin darse cuenta.

Ahora te voy a dar un tip súper poderoso para persuadir a alguien.

De hecho, lo hice en este mismo email.

¿Sabes qué fue lo que hice?

Si quieres ser más persuasivo debes empezar por destruir los mitos que existen en tu cliente potencial.

¿Por qué?

Porque al hacerlo desafiarás sus creencias y suposiciones.

Mira, cuando las personas mantienen fuertemente una creencia o idea, tienden a filtrar la información que contradice esa creencia y solo buscan información que la confirma.

Sin embargo, cuando presentas evidencia que contradice una creencia ampliamente aceptada, puedes interrumpir este patrón de atención selectiva y llevar a las personas a reconsiderar sus puntos de vista.

También es efectivo porque apelas al deseo de precisión y verdad de las personas.

Mira, muchas personas son escépticas de afirmaciones que parecen demasiado buenas para ser verdad o que entran en conflicto con sus propias experiencias, y pueden ser más propensas a confiar en información que ha sido verificada por una fuente autorizada.

Es decir, cuando expones afirmaciones falsas o ideas equivocadas, construyes credibilidad y confianza con tu audiencia, y los vuelves más receptivos a nueva información o ideas.

“¿O sea que estás hackeando mi cerebro, Esteban?”

Sí.

Algo así.

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